
Desde el comienzo de esta vela la vida se promete y se pone en prenda, o sea, se arriesga todo en apuesta a lo mejor. Si gano, todo recurso está a mi disposición de forma y manera generosa y siempre más que suficiente que será usada en condiciones de perfecta salud, agradecimiento y compromiso con todo aquel que lo necesite y lo halla pedido a Dios, nuestro Señor. También, si gano, seré bendecido con oportunidades de crecimiento en donde haré del conocimiento, la sabiduría y la convivencia el método que responde al cómo crecer y agradecer junto con los demás y, por último, me desprenderé de todo llegado su y mi momento de partir pues haré de la confianza la esperanza que me dice que cada cual está para tener, compartir y recibir del universo lo que en el ha sembrado.
Sea así que ofrendo la luz de ésta vela ante los ojos de mi Señor Jesús para que me sea devuelta con las cosas que hacen de mi ejercicio espiritual el resultado de la comprensión de la riqueza, la compasión y la paz en total sincronía con las cosas positivas de la prosperidad ideal en mi ser, en ustedes y en nosotros. Amen.
Ofrendo mi fe, paciencia y constancia ante las manos de Jesús para que él haga con ello lo que disponga y yo sin cuestionar ni protestar soy incondicional a sus designios.
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