domingo, 19 de febrero de 2012

Agua Bendita

Comienza con sentir confianza en el cuerpo
Continua con la percepción de tú necesidad
Date cuenta de la natural actitud de hacerlo tuyo;
Consciente e inconsciente ambos flujos de realidad en transito por las vibraciones del orador-sanar-superar-saber.
Descubre cómo bendecir el agua que purifica todo tu ser.
¡¿Quién soy yo para poder bendecir?!
Esta pregunta llega en el momento menos apropiado pues de la pena que me rompe, está mi alma suplicando un milagro, una oportunidad o por lo menos, una esperanza de vida en medio de tanta soledad por causa de esta odiosa enfermedad.
La gente está más que agobiada con tanta tontería de gobiernos que favorecen a los bancos y a intereses de empresas extranjeras. También está el tema de la pérdida de la confianza en uno mismo por tanta mala suerte, mala vibra, envidias y trabajos de artes oscuras… y te puedo dar más motivos con sus pretextos para “justificar nuestro pésimo estado” pero, lo que haré es compartir lo que tengo y esto es, el arte de bendecir el agua.
¿De dónde habré yo pensado bendecir el agua? Pues de la gran necesidad de tener mi cuerpo sano y mi realidad de vida recuperada.
¿De dónde pude yo creer y sentir que el hablarlo todo con amor, podría en cualquier instante darme el cambio, la respuesta o la salvación a tan terribles males… de dónde? Pues de verme con el único recurso a mí alcance: hablar con la certeza consciente de que alguien me escucha y, ese alguien, tiene la respuesta a mis necesidades.
La fe para mí, siempre ha sido la preferencia, mi capacidad de creer todo lo que se me ha manifestado por uso y medio de la sensibilidad. Y esto ha ocurrido desde el corazón de la vida misma, o sea, el buscar para tener, luego, el tener para buscar y en este ciclo verme con las bendiciones de la paz y la comunicación con el creador de las ánimas de los ángeles, de la gente, los árboles, la mar y todos las bestias de este, nuestro universo.
Y con todo que es una excelente idea para favorecerme, no lo he pedido dejar solo para mí, porque el que comparte sus dones, en más bendiciones se le regresará: comparte y se te duplicará.
Bendecir es el verbo sugerido a Dios para el bien estar de todos y de todo lo que nos da un servicio: la paz, el amor, la dignidad y la sabiduría.
Aún así, me sigo preguntando: ¿Dónde quedo yo sí me atrevo a bendecir una botella con agua? ¿Qué se dirá de mí, sí no recibo lo que con esta bella y la bendición, pretendo para mí y alguien más? Rebasa la idea o la bloquea el miedo al ridículo, la intolerancia a la vergüenza o rechazo público pero, precisamente, eso es lo que ya no quiero: el buscar un público que aplauda gritando alabanzas.
La expansión de la energía busca la intimidad de tomar en cuenta a todos y a todo lo que nos rodea e influye por el solo hecho de ser y estar por obra de la energía.
Recuerda esto: recuperar tu niñez, tu salud, tu seguridad e imaginación; el poder de pedir y saber recibir es cosas que muchos anhelan, pero cuántos hacen algo para retomar estas etapas o situaciones de vida… por ahora cuéntanos porque estamos ya en acción. Todos decimos – juventud divino tesoro… - porque, la gente cree que la juventud es un billete para subir al carro de feria que, aunque se mueva mucho, lo hace siempre en torno a un círculo cuyo centro, está anclado a la tierra.

Días: 3 y 4 de Marzo
Horarios: 10 a 13
14 a 19.30
Material: Ropa cómoda
Una botella de litro y medio de agua
Un vaso
un gotero

libreta y lápiz

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